En realidad, la mujer
se lo inventó todo en un intento de alargar las vacaciones de las que disfrutaba
en Barcelona, donde llegó para pasar unos días, aunque su intención era
encontrarse con un hombre que había conocido por internet, según ha
informado en un comunicado la Dirección General de la Policía y la Guardia
Civil.
La detenida, que mantuvo su historia hasta que reconoció que todo
era falso durante los interrogatorios de la Policía, aseguró que había sido
retenida en un lugar que desconocía y obligada, junto a otras víctimas, a
mantener prácticas sexuales con su captor. Sólo un día después de llegar a
Barcelona, la mujer empezó a enviar mensajes a su marido, que continuaba en
Guatemala, en los que informaba de su secuestro simulado.
Cuando los
agentes de la Policía la encontraron aseguró primero que había conseguido
escapar de sus captores, por lo que fue acompañada a un centro médico para
realizarle una revisión, en la que no se detectó ningún tipo de lesión. Este
hecho, sumado a las múltiples contradicciones de su relato, levantó las
sospechas de la Policía, que tras insistir en los interrogatorios, consiguió
finalmente que ésta confesara que todo era mentira.
La
detenida llegó a explicar a la Policía que el hombre por el que había viajado a
Barcelona le había robado sus joyas, lo que se comprobó luego que también era
falso, aunque sí que era cierto que la pareja se había desprendido,
vendiéndolas, de estas piezas.
La mentira de esta mujer movilizó a
agentes del grupo de crimen organizado de la Jefatura Superior de Policía de
Cataluña y de la sección central de secuestros y extorsiones de la comisaría de
la Policía Judicial, además de a los funcionarios de la embajada de Guatemala.