MARÍA LÓPEZ Alecrín dice adiós a veinticuatro años de lucha en defensa
de los derechos de las mujeres. Una asociación a la vanguardia teniendo en
cuenta los tiempos que corrían cuando nació, a mediados de los ochenta. No hay
vuelta atrás. Hoy cierra sus puertas. Emocionada y entristecida, la presidenta
del colectivo feminista, Ana Míguez, anunciaba “lo inevitable”. “Las
circunstancias económicas son tan malas que no tenemos otro remedio más que
cerrar”, lamentaba.
Las doce trabajadoras a las que emplea actualmente la
organización llevan dos meses sin percibir su salario, por lo que hoy mismo
abandonarán su función en Alecrín obligadas por una “situación financiera
insostenible”. La inexistencia de “convenio alguno” con las administraciones
públicas y, sobre todo, el pago de las indemnizaciones correspondientes a las
nueve empleadas de la Casa de Acogida que gestionaba la asociación feminista ha
abocado al colectivo al cierre definitivo. Según afirmó ayer Ana Míguez en rueda
de prensa, “las empleadas están preparando una demanda al Concello por no
haberlas subrrogado”.
Al menos, 500.000 euros
Según estiman desde la
propia organización, sería necesario en torno a medio millón de euros para
mantener en pie la entidad sin ánimo de lucro, que durante más de dos décadas se
volcó por completo en la ayuda a mujeres maltratadas, del mundo de la
prostitución y con otros problemas sociales. Incluso actuó como acusación
popular en los casos donde se verificaba la existencia de mujeres “traficadas”.
“Somos la única organización en España que se persona en estos procedimientos”.
Así recordaba Míguez éste y otros logros alcanzados a lo largo de su intensa
actividad, como la ayuda “incondicional” proporcionada a prostitutas. “También
fuimos la única asociación que entró el clubs de alterne y pisos de contactos
para sacar de allí a mujeres”, añadió.
Con mucha añoranza y tristeza, varias
miembros de Alecrín comunicaban ayer la desaparición del colectivo, forzado por
motivos económicos. “Los ejemplares de esta biblioteca pasarán a manos del
Concello para que la gente siga pudiendo acceder a ellos”, adelantó la
presidenta de la asociación, que mantuvo ya dos reuniones con la edil de Muller,
Iolanda Veloso.
Federación vecinal
Por su parte, la federación vecinal
considera que la desaparición del colectivo feminista “pone de manifiesto el
escaso apoyo que están recibiendo las asociaciones que trabajan por la
ciudadanía en Vigo”. “Existe una total hipocresía cuando se habla de la
importancia del voluntariado y el asociacionismo”, critica.