Will Smith se convirtió en una estrella por la serie El príncipe de Bel-Air, y desde entonces mantiene un enorme tirón popular, sobre todo cuando hace papeles de "graciosete", en películas como Men in Black. Pero Smith se esfuerza por demostrar su versatilidad, como en Alí, donde compuso brillantemente al legendario púgil Cassius Clay. Smith ha sido nominado al Oscar por este drama, gracias a un trabajo que sin ser memorable, sí es al menos eficaz. Quizás los académicos se han dejado impresionar por el cambio de look del actor, que lleva bigote para parecer un padre de principios de los 80. Smith tiene como compañero de reparto a su hijo, el pequeño Jaden Smith, que también encarna a su retoño en la ficción. En papeles más pequeños está Thandie Newton, que nos conmocionó en Crash, y un brillante plantel de secundarios.
'El Príncipe de Bel Air' interpreta a un personaje real, Chris Gardner, un tipo brillante. Casado, Gardner tiene un niño de cinco años, pero apostó por el caballo equivocado. Tiempo atrás, invirtió su dinero en comprar decenas de unidades de un sofisticado escáner médico. Pero los escáneres convencionales parecen suficientes, y los médicos lo consideran un lujo prescindible, por su elevado precio. Así que Gardner los vende con dificultad, lo que le ocasiona problemas para llegar a fin de mes. Debido a las penalidades, Linda deja a su esposo con el niño. Ocurre justo en el momento en que Gardner ha descubierto su verdadera vocación, convertirse en corredor de bolsa. Con tenacidad, logra que le acepten como becario en una empresa, con la posibilidad de ser contratado. Deberá compatibilizarlo con vender escáneres, atender a su hijo, y solventar el 'pequeño' problema de que se ha quedado sin casa.
El italiano Gabriele Muccino, que triunfó en su país con El último beso, ha cumplido su sueño de rodar en Hollywood y triunfar en Estados Unidos, cumpliendo "el sueño americano" al que aspira también su personaje. El individuo que toca fondo pasando calamidades, y que tiene la capacidad suficiente para llegar arriba, es el tema central de gran parte del cine clásico americano. Y sin embargo, la relación entre el protagonista y su hijo es muy meditérranea, y recuerda en ocasiones a Ladrón de bicicletas, un gran clásico del cine italiano. Y es que esta historia cálida de superación personal, también es una reivindicación de la figura paterna, con momentos emotivos.
La iniciativa de llevar la vida de Gardner a la pantalla fue del productor ejecutivo Mark Clayman. La inspiración le llegó cuando veía con su esposa el popular programa televisivo '20/20' en Estados Unidos, que emitió un reportaje sobre Gardner, que llegó a vivir como un indigente, y se enfrentaba a obstáculos increíbles para salir adelante. "Había una escena en que Gardner mostraba el cuarto de baño de una estación de autobuses con su hijo, y explicaba ante las cámaras cómo lo bañaba en el lavabo de los servicios. Como por esa época nosotros teníamos un hijo de un año, la historia nos conmovió hasta el punto de hacernos llorar. No me pareció la típica historia del pobre que consigue hacer fortuna, sino un conmovedor relato sobre un padre y un hijo. Me dirigí a mi mujer y le dije: 'Tengo que conseguir los derechos de esta historia y podría ser un papel ideal para Will Smith", comenta Clayman.
Will Smith tiene como compañero de reparto a su auténtico hijo. Se puede pensar que ha sido contratado porque tiene 'un buen enchufe'. Los responsables del film lo desmienten. "Nos entrevistamos con un centenar de niños. Entonces conocimos a Jaden Smith y fue como el día y la noche. Era el niño ideal, lleno de siceridad, honradez y frescura", explica el director. Will Smith está orgulloso de su retoño. "El chico me robó todas las escenas en las que salimos juntos. Menos mal que es mi hijo. Si hubiera sido el hijo de otro, habría usado mi influencia como estrella para lograr que le echaran de la película", bromea el actor.