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Manuel Rodríguez.
Manuel Rodríguez ha sido víctima de denuncias falsas. Pero en su caso, lo ha sido por una auténtica profesional de las denuncias falsas, Ana María Balseiro Expósito, tanto por realizarlas como por colaborar en otras y mantener engrasada la maquinaria de la industria del maltrato.
A Manuel le ha supuesto el consabido proceso judicial prolongado durante años y la correspondiente campaña de desprestigio personal y profesional que en su caso se ha visto acentuada por ser médico forense. Basta con buscar en Google para comprobarlo.
Dado que la denunciante en falso es una famosa "experta en violencia de género", periodista y colaboradora de asociaciones feministas, que ha contado con el apoyo de las cabezas visibles del feminazismo en España, el calvario de Manuel ha sido especialmente intenso. Esta profesional de la denuncia falsas incluso da cursos en la Universidad acompañada de otras "miembras" de la industria del maltrato.
Ana María Balseiro Expósito. Primera por la derecha. |
Las sentencias que se adjuntan no contienen errores aunque pueda parecerlo a primera vista. Efectivamente, la falsa denunciante mantenía relaciones con varios hombres a la vez sin que ellos tuviesen conocimiento de los demás. A todos ellos les denunció por los mismos hechos, aportando las mismas pruebas falsas en cada caso. Pruebas e informes falsos realizados por personal de las asociaciones feministas (Ana María Pérez del Campo, Sonia Lamas, Morgana Vitutia, etc.), campaña mediática de las citadas asociaciones feministas, etc. Esto es, la práctica habitual.
En el caso de Manuel, la campaña de desprestigio incluyó el acusarle falsamente de otros delitos semejantes en las localidades por donde había estado destinado como médico forense.
Pueden ver la sentencia absolutoria del juzgado penal en este enlace en formato PDF.
Pueden ver la sentencia absolutoria de la Audiencia Provincial en este enlace en formato PDF.
En ambas sentencias queda meridianamente claras tanto la falsedad de la denuncia como de los informes y testigos aportados para "sustentarla". Testigos que intentan justificar lo injustificable para evitar las acciones penales de acuerdo al artículo 458 y 515 y siguientes del Código Penal.
Como era de esperar, la noticia de su absolución no ha tenido la misma trascendencia que la de su denuncia y el proceso judicial feminazi.
Como era de esperar, la denunciante en falso no ha sido perseguida de oficio como estipula el art. 456 del Código Penal y su delito constante y reiterado, le ha salido más que rentable. Pese a la evidencia y la exageración de las falsedades.
De hecho, los medios de comunicación nunca citan con su nombre a la delincuente, menos aún muestran su rostro. Mientras, el nombre y el rostro de Manuel han sido expuestos al escarnio público en toda ocasión pues nunca ha gozado de la presunción de inocencia.
Dado que ni juez ni fiscal han emprendido de oficio las acciones pertinentes contra los delincuentes, Manuel ha emprendido las correspondientes acciones legales. Querellarse por calumnias, injurias y denuncia falsa contra Ana María Balseiro Expósito, Ana María Pérez del Campo, Aurora Valdés y demás colaboradoras en la campña de desprestigio que ha venido sufriendo.
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Hembristas. Sus mentiras, prebendas y privilegios.
Asociación de artistas contra la violencia de género. Este colectivo es uno de tantos que se apuntan al negocio del maltrato institucional. Las subvenciones de dinero público que reciben son generosas y abundantes. La conciencia y la ética brillan por su ausencia. Veamos un ejemplo.
Centro Reina Sofía. El Centro Reina Sofía es el único Organismo público que estudia la violencia. Pero sus prácticas dejan mucho que desear.
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