Ayer estuvimos en los juzgados feminazis de Madrid para publicitar la última promoción por denuncias falsas.

“Con tu denuncia un juego de sartenes gratis”

Como era de esperar, no tardaron en llegar los policías. Según nos dijeron fueron requeridos por alguna juez feminazi a quien molestaba nuestra protesta. Pese a no poder recriminarnos nada, la protestona exigió que se personase el jefe de sala de la policía quien tampoco pudo hacer nada para impedirnos ejercer nuestro derecho de manifestación. No es la primera vez que intentan impedir nuestras protestas llegando incluso a presentar denuncia falsa contra nosotros. Jueces feminazis poniendo denuncias falsas. Curiosa "redundancia".

Como es habitual los afectados se acercaban a preguntar, pedir consejo y darnos ánimos.

Una vez más comprobamos el lucrativo negocio de la industria del maltrato y las mentiras en las que se sustenta. Desde la llegada en taxi o Uber de las “maltratadas” para tramitar sus privilegios hasta la puesta en libertad de los “maltratadores” por la puerta trasera para impedir que los peatones vean el denigrante espectáculo. El infamante proceso por el que se priva de hijos, dignidad, buen nombre, patrimonio y salud a los más de ciento cincuenta mil denunciados falsamente cada año. En medio de tanta canallada los funcionarios, abogados… prensa y políticos lucrándose con este inicuo negocio.

Tendrán su Nuremberg y su Spandau.